Juzgar el libro por su tapa

La tapa, la cara del libro...

 

Creo que ya estamos a tiempos de poder juzgar el libro por su tapa y contratapa. Estamos en la era de popularización de las herramientas informaticas, gadgets cada vez más avanzados y como no puede estar de fuera la carrera de Diseño Gráfico se puso de moda, es cool ser diseñador. 

Por eso mismo, cada ves existen más cursos de la carrera y más facilidades de estudio, en el cual egresan cantidades consideradas de licenciados. Esta bien que esto no quiere decir que el diseñador egresado sea experto o excelente en su trabajo, pero la humanidad se acostumbro a un buen diseño y ya puede juzgarlo sin conocimientos muy técnicos. El diseño se convirtio  en una necesidad cotidiana, no solo por agregar buen gusto si no que utilidad, eficiencia y modernidad a los nuevos seres humanos.

Así es, los usuarios se convirtieron en exigentes y críticos en cualquier red social, tienen voz y voto. Por eso mismo es una obligación que el diseñador se desempeñe bien en su trabajo y genere buenas propuestas o hasta provocar los nuevos consumidores del diseño. Debe de ser capaz de interpretar y plasmar (con todas las metodologías y reuniones de por medio) las historias o contenidos de un buen libro. 

Hoy el diseñador es más que responsable, no es solo cumplir con el cliente, es de formar opiniones y mostrar otras ideas o caras de una misma cosa a los nuevos usuarios. El diseñador debe generar con toda esta responsabilidad por que hoy el usuario sabe donde quejar o dejar su buena impresión hacia el diseñador.